Fotostudio nació de una constatación simple: los fotógrafos pasan demasiado tiempo en lo administrativo, no suficiente en su arte.
De la idea inicial hasta hoy, el recorrido de un equipo al servicio de los fotógrafos.
Todo comenzó con mi mujer, fotógrafa.
Al ver las dificultades de gestión que vivía a diario, decidí crear una herramienta simple y adaptada a su profesión.
En septiembre de 2018, Fotostudio veía la luz en Francia.
Desde los primeros meses, los comentarios de los fotógrafos francófonos fueron increíbles.
El boca a boca hizo el resto: Fotostudio se impuso rápidamente como la solución de referencia para gestionar la actividad fotográfica.
Tras el éxito rotundo en la francofonía, decidimos abrir Fotostudio al ámbito internacional.
Nuestra comunidad se amplió, y los primeros fotógrafos de España, Alemania, Italia y Canadá se unieron a la aventura.
De proyecto personal, Fotostudio se convirtió en una hermosa aventura colectiva.
Un equipo de desarrolladores, fotógrafos y comunicadores se formó en torno a la misma misión: simplificar la vida de los fotógrafos.
A petición de nuestros usuarios, lanzamos las galerías de clientes integradas en Fotostudio.
Un gran paso: ofrecer a los fotógrafos una solución todo en uno, desde el primer contacto hasta la entrega de las fotos.
Seguimos desarrollando Fotostudio para convertirlo en la solución más completa posible.
Nuevos módulos ven la luz — fidelización, tarjetas regalo, newsletters... siempre pensados de la mano con nuestra comunidad de fotógrafos.
Y esto no ha hecho más que empezar.
Ayudar a los fotógrafos a vivir mejor de su pasión.
En Fotosoft, estamos en contacto permanente con nuestros usuarios. Esto nos permite comprender sus dificultades y poner en marcha las soluciones más adaptadas.
El objetivo: que los fotógrafos pasen el mínimo tiempo posible en lo administrativo y el máximo en lo que les gusta hacer — crear imágenes bonitas.
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